Últimamente, creo que sobran las palabras, cuando una mirada, o un gesto, o más que nada, una acción, pueden decir más de lo que te puedes imaginar, sin que un mísero sonido salga de tu boca. Más que nada pienso esto, porque de la voz surgen mentiras, engaños, ilusiones y esperanzas, que más a delante te llevan de cabeza a un profundo pozo sin salida.
Últimamente, me siento en un punto en el que nada funciona como debería, pero que de vez en cuando trae alegrías inimaginables, un momento de mi vida en el que no tomo las decisiones con miedo a las consecuencias, sin pensar en que terminaré dándome de morros contra el muro, como tantísimas veces. He llegado a un punto en el que yo no soy yo sin ti, por eso, necesito que estés, aunque sea para odiarte a muerte, para gritarnos y discutir, porque aún así, seguiría siendo yo. Ha llegado el momento de decir que yo ya no sé si te quiero o te odio, de que buscar respuestas no vale realmente la pena, porque nadie se molesta en contestar, y, a veces, la desesperación de no tenerte, se junta con la esperanza de que algún día volverás, y paso de tener el mundo en las manos, a que éste mismo me aplaste.
sábado, 13 de diciembre de 2014
miércoles, 8 de octubre de 2014
'A las canciones tristes'
Si existe una salida a todo esto quiero encontrarla pronto, echo de menos eso de volver a reir, sin que hagan falta vicios para ello, y a vicios me refiero a sus cosquillas y de más. Que se acaben por fin esos "estás bien?" continuos, y el sonreír y decir "Sí, claro, todo bien". De veras, que echar de menos es jodido, es que cada milímetro de cualquier cosa insignificante de este mundo te recuerde a él, y como dice Leiva, "el universo es para mi un feo, lugar para olvidarte". Y ese cenicero lleno de colillas, que intentaban darme un respiro, o quitarme el aire, como hacías tú, con las que intento engancharme a algo que no sean tus besos.
Y el cigarro se consume, y la musica de fondo continúa sonando, y tú.. tú como siempre, sigues tumbada en la cama, viendo pasar el humo hacia arriba, sin prisa, sin parar, pensando una y mil veces más en cómo se puede echar de menos algo que nunca tuviste, y aunque no lo tuvieras siempre fue algo, siempre era confianza, besos, noches, y más noches, siempre fue esa fe de pensar que la próxima vez sería distinto, siempre era distinto con él, pero siempre acababa igual, y pasarían algunos meses hasta que volviese a empezar, y te gustaría encontrar a alguien a quien decirle, sácame de esta espiral, que tiene destinado el desastre, pero no hay nadie, cada uno está inmerso en su mundo, mirando al suelo, sin hacer mísero caso a lo que hay al rededor, a las lágrimas que caen sin querer, a las canciones tristes, a los pitillos entre clases.
Y el cigarro se consume, y la musica de fondo continúa sonando, y tú.. tú como siempre, sigues tumbada en la cama, viendo pasar el humo hacia arriba, sin prisa, sin parar, pensando una y mil veces más en cómo se puede echar de menos algo que nunca tuviste, y aunque no lo tuvieras siempre fue algo, siempre era confianza, besos, noches, y más noches, siempre fue esa fe de pensar que la próxima vez sería distinto, siempre era distinto con él, pero siempre acababa igual, y pasarían algunos meses hasta que volviese a empezar, y te gustaría encontrar a alguien a quien decirle, sácame de esta espiral, que tiene destinado el desastre, pero no hay nadie, cada uno está inmerso en su mundo, mirando al suelo, sin hacer mísero caso a lo que hay al rededor, a las lágrimas que caen sin querer, a las canciones tristes, a los pitillos entre clases.
jueves, 21 de agosto de 2014
JR
Le vi dormir en el lado izquierdo de esta cama, y hacer historia en esta misma, le vi reparar un corazón roto con una mirada, vi como estrechaba lazos con besos y caricias, le vi acompañarme a cada paso y en cada desafío, agarrando fuerte mi mano, yo misma vi como hacia que el más triste de los días se llenase de luz, vi también, como tocaba pianos en mis piernas, y como sonreía cuando me hacía enfadar. Le conocía hasta límites insospechables. Dicen que febrero es triste, pero yo vi como lo descolocó todo, e hizo que saliese el sol todos los días, él convirtió el mes más triste en el principio de algo grande y a la vez efímero.
Yo tampoco creía en la magia hasta que le vi, desprendiéndola, irradiándola, destrozando con un gesto, cualquier rutina impuesta. Y así se fue, y dejó abril con una sonrisa forzada y el corazón hecho trizas. Fue ahí cuando empezaron a pasar las horas, y los días, mirando al infinito, con la capacidad de concentración de un niño de cinco años, y el subconsciente proyectando recuerdos cortos y concisos, y las lágrimas de nuevo recorriendo ese camino que conocían de memoria. Dicen que los pedazos de un corazón roto se pueden arreglar -tú lo hiciste- pero cuando está hecho cenizas, la misma tarea se vuelve improbable, por no decir imposible.
Yo tampoco creía en la magia hasta que le vi, desprendiéndola, irradiándola, destrozando con un gesto, cualquier rutina impuesta. Y así se fue, y dejó abril con una sonrisa forzada y el corazón hecho trizas. Fue ahí cuando empezaron a pasar las horas, y los días, mirando al infinito, con la capacidad de concentración de un niño de cinco años, y el subconsciente proyectando recuerdos cortos y concisos, y las lágrimas de nuevo recorriendo ese camino que conocían de memoria. Dicen que los pedazos de un corazón roto se pueden arreglar -tú lo hiciste- pero cuando está hecho cenizas, la misma tarea se vuelve improbable, por no decir imposible.
martes, 13 de mayo de 2014
Caída libre
Siento que ya ha llegado la hora de decir que me falta la mitad de mi, o más que la mitad, la parte que me completaba, que hacia qur estuviese entera, a cada beso, o a cada día que pasabamos juntos. Me falta que alguien me haga sentir que me quiere de verdad, alguien que no me haga daño, que me diga palabras de amor, y no que me 'castigue' con la indiferencia, y digo castigue porque no soy capaz de encontrar otra palabra que defina lo que me está pasando ahora mismo; lo siento como un castigo, todavía no sé muy bien por qué, quizás por no haberte dicho suficientes veces lo que quería, o quizás por ser muy difícil de entender, por las discusiones, las palabras fuera de tono, o qué sé yo...
Puede que sí, que me acostumbrare, como otras tantas veces, a la idea de estar sola, pero no soy capaz de hacer entender a mi cabeza que no vas a volver nunca, de que no me volverás a coger la mano, ni me mirarás como todas esas veces. Sueño contigo, noche tras noche, sueño que tú y yo nos encontramos en el borde de un alto alcantilado y que tú, de pie, delante de mi, te encuentras diciendo que nunca me dejarás caer, me besas, y al mismo tiempo estiras el brazo para darme el impulso que me falta para caer al vacío, diciendo que lo sientes. Entonces suena nuestra canción, y recuerdo cuando pasabamos horas bailando, y riendo, pero lo único que me asalta la mente son tus besos y tus caricias, pero por supuesto, todo imaginario, porque te has ido, te has desvanecido, en los 3 minutos 34 segundos que dura nuestra canción.
Puede que sí, que me acostumbrare, como otras tantas veces, a la idea de estar sola, pero no soy capaz de hacer entender a mi cabeza que no vas a volver nunca, de que no me volverás a coger la mano, ni me mirarás como todas esas veces. Sueño contigo, noche tras noche, sueño que tú y yo nos encontramos en el borde de un alto alcantilado y que tú, de pie, delante de mi, te encuentras diciendo que nunca me dejarás caer, me besas, y al mismo tiempo estiras el brazo para darme el impulso que me falta para caer al vacío, diciendo que lo sientes. Entonces suena nuestra canción, y recuerdo cuando pasabamos horas bailando, y riendo, pero lo único que me asalta la mente son tus besos y tus caricias, pero por supuesto, todo imaginario, porque te has ido, te has desvanecido, en los 3 minutos 34 segundos que dura nuestra canción.
viernes, 25 de abril de 2014
Autodestrucción.
De nuevo he vuelto a caer en la tentación de abrir el cajón de los recuerdos, de nuestros recuerdos. (Dichoso subconsciente, que ya no sabe que más hacer para que continúe recordándote.)
No me ha hecho falta más de un minuto para saber que te echaré de menos, o para sonreír pensando en los buenos ratos que pasamos.
No me han hecho falta ni dos minutos para encender un cigarro y coger la botella de ginebra, asomarme a la ventana y volver a pensar en ti. Que puedo parecer una persona fuerte, seca, decidida, sin dudas, de esas que saben lo que quieren, pero en realidad no lo soy, y tú lo sabías mejor que nadie. Y sabes qué ? antes de los tres minutos, estaban ya las lágrimas recorriendo mis mejillas, por ese camino que han recorrido tantas veces. Realmente conocías todos y cada uno de mis puntos débiles, sabías que tú eras uno de ellos (supongo que todavía lo sigues siendo, tampoco ha habido tiempo, y ni siquiera he tomado la decisión de querer olvidarte, de hecho, no estoy segura de que pueda hacerlo) Y aún así te fuiste, o me dejaste ir, como prefieras verlo, con una despedida corta, alegando que realmente me querías, y que lo sentías, pero que estabas enamorado de otra chica. Creí que podría funcionar por una vez, que podías llegar a quererme de verdad. A los cinco, o diez minutos, mi mente comenzó a proyectar recuerdos, rápidos y concisos, que quizás no habían pasado los días suficientes como para olvidarlo, para olvidarte y realmente no podía aguantar más las ganas de escuchar tu voz, entonces marqué tu número de teléfono. Un pitido, dos, tres y cuelgo. Con los ojos llenos de lágrimas de nuevo, abro ese último mensaje "Deberíamos hablar, creo que tendría que haberte dicho esto hace unos días, y me arrepiento de no haberlo hecho, pero he conocido a otra chica, en principio no quería hablar con ella, pero a medida que pasaban los días, me gustaba más y más, y realmente no sabía que hacer, porque en verdad te quiero, supongo que decir esto me jode bastante, porque realmente es una putada para los dos, pero creo que deberíamos dejar lo nuestro a un lado, ya sabes que me encantaría seguir hablando contigo, porque el que fue importante lo va a seguir siendo, pero comprendería que no quisieras volver a hablarme más. Llegué a sentir mucho por ti. Espero verte pronto."
Y continúo llorando, sabiendo que te has ido para siempre, que ya no volverás a preguntarme como estoy, y como me va todo, que esta vez se ha estropeado de veras. Ya no me queda más alcohol en casa, y todavía hay muchas cosas dentro de mi que necesito que se mueran.
O siempre podrías volver, que por si no te ha quedado claro yo te quiero, y te voy a seguir queriendo, no quiero olvidarte, no quiero olvidar a alguien que realmente me ha hecho feliz, ni los recuerdos. Porque a pesar de los malos ratos, de lo jodida que es la vida, y de cada lágrima, has conseguido llegar a formar parte de mi. Que tanto alcohol no es bueno, y que puede que mi hígado esté jodidamente estropeado, pero mi corazón quiere de verdad, pero ahora está hecho trizas.
Sabes que siempre seré tuya, dudo que haga falta que lo remita al final de cada carta.
Sabes que siempre seré tuya, dudo que haga falta que lo remita al final de cada carta.
corazón
¿Recuerdas aquellas escaleras donde estuvimos sentados toda una noche, hablando, de todo y de nada?, de cuando me agarraste la barbilla y me dijiste que me querías, y que nunca me dejarías ir. Que ilusa, yo que me lo creí, que creí cada palabra que decías, yo que me quedaba mirándote, observando cada milímetro de ti, yo que te agarraba la mano y te besaba, y me besabas, una vez, y otra más. Yo que te quería y te quería.
Por cada 'estás preciosa' o cada 'no te apampes' joder, que nadie te miraba como lo hacía él, nadie te hacía tener ganas de más y más cada vez que estabais juntos, hacía mucho que nadie conseguía hacerte sentir cosquillas en el estómago. No, a lo mejor hacer el amor, nunca lo habíamos hecho, pero lo de hacer la guerra se nos daba genial, también se le daba bien hacerme reír, llorar de la risa, pero sabía que era lo único que realmente quería, sabía de pies a cabeza que había llegado a necesitarle hasta tal punto que dolía, que no podía estar sin él. Por los tirones de cuello, los masajes prometidos que nunca me diste, cada vez que me dabas la mano, y cada vez que decías un chiste malo, cada tontería, y cada beso. Y por todo eso te echaré de menos, y digo echaré, porque en un día solo da tiempo a llorar, porque me has dejado ir, pero en unos días notaré tu falta. Y te di mi cariño, que era lo único que podía darte, porque no tenía más, te dije mil veces que no te diría que eres mi vida, porque vales mas que ese desafortunado desorden como tanta gente dice, te dije que te quería, de verdad, y aún así me dejaste ir, cuando yo lo único que quería era que destrozaras mi rutina, que la hicieras tuya. Que me hicieras tuya. Siempre quedarán los recuerdos.
Siempre tuya.
miércoles, 5 de febrero de 2014
La buena letra.
Llamaré a tu puerta una vez más, esta vez ábreme, por favor, traigo bombones, esos que te gustan tanto y esa esperanza que aún no me ha abandonado. La intención de que las cosas salgan bien, los pies de plomo, la buena letra.
En algún lugar escuché que la persona que nos salve será la misma que se ahogue con nosotros. Creo que se refiere a que la persona a la que amamos nos consume, y de alguna forma eso es bonito, muy bonito.
Toma nota. No sé si esto se trata de amor, ni siquiera sé lo que es, pero sobre todas las cosas de este universo necesito que tengas presente que eres la única persona a la que me gustaría darle la mano y que me cogiera el brazo.
Que yo te quería como aquel gorrión que volvía a su rama, me encantabas como a ti los helados de chocolate. Como todas esas veces que uno no sabe hasta donde puede llegar, hasta cuando va a estar ahí esa adicción a tu boca. Como esos domingos en tu cama, o en la mía. Como todos tus lunares y mis caricias. Como ese 'No puedo más, pero lo voy a seguir intentando porque es todo lo que tengo. Por si al final vale la pena todo el esfuerzo.'
En algún lugar escuché que la persona que nos salve será la misma que se ahogue con nosotros. Creo que se refiere a que la persona a la que amamos nos consume, y de alguna forma eso es bonito, muy bonito.
Toma nota. No sé si esto se trata de amor, ni siquiera sé lo que es, pero sobre todas las cosas de este universo necesito que tengas presente que eres la única persona a la que me gustaría darle la mano y que me cogiera el brazo.
Que yo te quería como aquel gorrión que volvía a su rama, me encantabas como a ti los helados de chocolate. Como todas esas veces que uno no sabe hasta donde puede llegar, hasta cuando va a estar ahí esa adicción a tu boca. Como esos domingos en tu cama, o en la mía. Como todos tus lunares y mis caricias. Como ese 'No puedo más, pero lo voy a seguir intentando porque es todo lo que tengo. Por si al final vale la pena todo el esfuerzo.'
Pies de plomo, en esta caída libre.
'He cogido al tiempo por el cuello, le he pegado una paliza y le exigí volver a vernos. Fugaces pero eternos'
Quiero, o es decir, necesito que sepas, que estar enamorada de ti es uno de los mayores infortunios que he conocido en lo que llevo de vida. Como un náufrago que permanece a la deriva sin saber que se acerca esa enorme tormenta. Como ese tópico de decir que esto parece una montaña rusa, con sus idas y sus venidas, con los altibajos, con los gritos de emoción. Como estar feliz sin ti y darse cuenta de que una vez más has vuelto a aparecer.
'No prometo besarte todos los días, pero sí besar cada uno de tus lunares'
Tengo miedo, a que el pasado vuelva a apoderarse de nosotros otra vez. A verme obligada a concienciar a esta cabeza loca de que tiene que olvidar que tuyas eran las únicas manos que recorrían cada milímetro de mi cuerpo una vez más. ¿Cómo puedo decirle a estas piernas que no vas a volver?. ¿Cómo decirle al verano que se acerca una enorme tormenta? No puedes. Pero tampoco puedes evitar lo inevitable, no puedes evitar que sonría al verte, ni puedes evitar la lluvia en invierno, ni que las hojas de los árboles caigan en otoño.
'Nací sin saber hablar, y no quiero morir sin saber decir "paso de ti" y otras veces no te quito de mis pensamientos'
Y si todo esto vuelve a funcionar, puede que no quiera quitarte de mis pensamientos, ni separarme de ti. De hecho, me gustaría eso de que vinieras, a formar parte de mi vida. De mi. A que me rompieras los esquemas, las rutinas impuestas, a que pasaras a ser parte de ellos. Parte de mi. Podría acostumbrarme a las tardes de sábado en tu casa, a tus besos. Otra vez. A los besos de buenas noches y a eso que dicen de las noches de buenos besos. A las mariposas en el estómago.
'Ya me se la caída de memoria, dime que vas a estar abajo cuando caiga'
Dime que si sale mal, como todas las otras veces, vas a seguir ahí, para decirme que no pasa nada, para decirme que todo va a volver a estar bien, como siempre. Que vas a volver en unos meses, como siempre, porque tú siempre vuelves.
'Tengo besos a mitad, por si vuelves'
Siempre tuya.
lunes, 13 de enero de 2014
Una fábrica de sonrisas.
Nunca pensé volver a escribirte-acabó todo tan mal, que no creí que lo leerías- Pero ahora, ya han pasado años. Supongo que te mereces una disculpa, o al menos una explicación.
A demás te he visto hoy, haciendo la compra, donde solíamos ir juntos, pero ahora los dos estábamos solos. No has cambiado nada, corazón, solo pareces más triste, o al menos ausente, pero eso puede que sean paranoias mías.
He de decir, que el tiempo que pasamos juntos fue lo mejor que me había pasado, cuando creí olvidar lo que era el amor, llegaste tu, como un torbellino, desmoronando cada milímetro de mi ser, destruyendo esquemas y rutinas impuestos, desorientándome. Al fin había encontrado algo que creía perdido, corazón.
En poco tiempo te adentraste en mi rutina como cada veintiuno de diciembre todos entramos en el invierno.No te diré que recuerdo cada beso, ni cada abrazo, pero te podría asegurar, que sí que recuerdo la sensación, la fantástica sensación que se adentraba en mi cuerpo cuando te besaba, ¡Cómo olvidarla!. Amor, creía de verdad que sería una buena idea, que compartir mis horas contigo me haría feliz, y así fue los primeros meses, pero a pesar de tantas horas juntos, cada día tenía la sensación de perder lo que creía encontrado, el deseo, la atracción, el cariño, el amor, todo eso lo teníamos parecía esfumarse más y más cada segundo. No te grite un ''Ven!", ni siquiera te lo susurré, porque la verdad, ya me había quedado afónico de todas esas veces que lo dije, y te fuiste.
Siempre me han dicho que lucho por lo que quiero, que no me doy por vencido, tú me lo decías mucho, y te habrás preguntado muchas veces, corazón, por qué me daría por vencido aquel día, y la verdad es que no creía que volviese a encontrar en ti lo que había visto los tres años anteriores, porque ya se había esfumado, como el humo de tu cigarro que solías fumar cuando creías que ya dormía.
Esa es toda la explicación que puedo darte, pero ¿Sabes? después de tantos años, al verte esta mañana, corazón, todos los recuerdos, los besos, las noches juntos, las bolsas en los ojos por pasar la noche en vela, las bolsas de la compra que subíamos juntos a casa, las peleas, y las reconciliaciones, las malas rachas, y cómo no las buenas, todo volvió a mi mente, corazón, y he de decir, que ha sido agradable pasar tanto tiempo junto a ti.
Te amé. Pero nunca, nunca te olvidé.
A demás te he visto hoy, haciendo la compra, donde solíamos ir juntos, pero ahora los dos estábamos solos. No has cambiado nada, corazón, solo pareces más triste, o al menos ausente, pero eso puede que sean paranoias mías.
He de decir, que el tiempo que pasamos juntos fue lo mejor que me había pasado, cuando creí olvidar lo que era el amor, llegaste tu, como un torbellino, desmoronando cada milímetro de mi ser, destruyendo esquemas y rutinas impuestos, desorientándome. Al fin había encontrado algo que creía perdido, corazón.
En poco tiempo te adentraste en mi rutina como cada veintiuno de diciembre todos entramos en el invierno.No te diré que recuerdo cada beso, ni cada abrazo, pero te podría asegurar, que sí que recuerdo la sensación, la fantástica sensación que se adentraba en mi cuerpo cuando te besaba, ¡Cómo olvidarla!. Amor, creía de verdad que sería una buena idea, que compartir mis horas contigo me haría feliz, y así fue los primeros meses, pero a pesar de tantas horas juntos, cada día tenía la sensación de perder lo que creía encontrado, el deseo, la atracción, el cariño, el amor, todo eso lo teníamos parecía esfumarse más y más cada segundo. No te grite un ''Ven!", ni siquiera te lo susurré, porque la verdad, ya me había quedado afónico de todas esas veces que lo dije, y te fuiste.
Siempre me han dicho que lucho por lo que quiero, que no me doy por vencido, tú me lo decías mucho, y te habrás preguntado muchas veces, corazón, por qué me daría por vencido aquel día, y la verdad es que no creía que volviese a encontrar en ti lo que había visto los tres años anteriores, porque ya se había esfumado, como el humo de tu cigarro que solías fumar cuando creías que ya dormía.
Esa es toda la explicación que puedo darte, pero ¿Sabes? después de tantos años, al verte esta mañana, corazón, todos los recuerdos, los besos, las noches juntos, las bolsas en los ojos por pasar la noche en vela, las bolsas de la compra que subíamos juntos a casa, las peleas, y las reconciliaciones, las malas rachas, y cómo no las buenas, todo volvió a mi mente, corazón, y he de decir, que ha sido agradable pasar tanto tiempo junto a ti.
Te amé. Pero nunca, nunca te olvidé.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)