¿Sabes cuando tienes esa sensación de seguridad continua? Esa que aparece cuando tienes a quien quieres justo a tu lado, y sabes que no te va a soltar la mano aunque pasen los peores momentos de tu vida, o de la suya. Cuando sabes que todo te está saliendo bien, que te está pasando todo lo que querías que pasara, que tienes todo a tu favor. En cambio siempre está ahí la sensación de que tan bien está yendo todo, que acabarás metiendo la pata, que se acabará estropeando algo, y tienes la mosca detrás de la oreja, susurrandote continuamente que algo no va a salir como tú quieras, que habrá algo que saldrá mal. Entonces tú estúpida, no escuchas a la voz, a ese interior que sabe que algo fallará pronto, sigues con tu vida, agena a todo, siendo feliz, sabiendo que el amor de tu vida puede estar timbrando a la puerta, que tus estudios no van tan mal, que tu familia está casi al completo y estan todos bien. Sigues viajando, sigues riendo, todo pasa como si nada tuviera sus consecuencias, pero las tiene, aunque no hayan llegado todavía, todos sabemos que cada acción tiene sus consecuencias, aunque las quieras evitar.
De momento prefiero seguir con mi 'buena suerte' con mi seguridad constante, con mi torpeza y mi dulzura, con mi risa extravagante, con todos los míos, esos que me quieren de verdad, prefiero seguir con todo lo bueno, porque mientras está durando hay que aprovecharlo. Que no siempre encuentras a un chico como ese, que dice todo como es, del que llevas hablando mucho tiempo ya, ese chico, no siempre tu familia está tan bien, no siempre tus amigos están tan cerca de ti.
Siempre hay algo malo, y llegará pero mientras tant, hay que ser feliz.
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