lunes, 14 de enero de 2013

La estúpida manía de enamorarme tan rápido

Creo que el título de esta entrada lo dice ya todo. No hay ni razones ni absolutsmente nada que puede explicar la rapidez con la que le cojo cariño a la gente, solo es que aparezca un chico que me hace sentir bien,  que me llame fea, burra y todo lo que quieras pero con una gran sonrisa en la cara y esos estúpidos muros que me cuesta tanto levantar para protegerme de que ningún chico me haga daño se derrumban en un plazo de dos segundos escasos. Todas las veces que he intentado aguantar las ganas de contestarle, cuando he intentado hacer como si no me importara nada, como si hubiese mejores cosas que hacer que hablar con él,  todo eso se derrumba y no puedo evitar hablarle, soltar un estúpido suspiro y sonreír,  "lo sé" pienso para mi misma"ya vuelves otra vez al principio, piensa en lo que te va a costar levantar otra vez esos muros" ¿ y si resulta que no quiero levantar los?  Todo puedr salir bien ¿no? Puede empezar algo y puede que realmente tarde en acabar, puede que no haya nada que pare lo que sentimos. O puede que no empiece nada, puede que él no sienta lo mismo, todo se iría a la mierda, y mi estúpida conciencia tendría razón una vez más.
No hay otra opción que intentarlo, aunque tenga miedo, el miedo a perder todo lo que quiero por este momento, pero seamos optimistas todo saldrá bien y esa sonrisa será tan solo mía .

No hay comentarios:

Publicar un comentario