Como un paso en falso, caer, levantarse y seguir a delante, y caer de nuevo.
Así empieza la historia de esta chica, rubia, bajita, ojos marrones, y esa sonrisa permanente en la cara, era capaz de alegrar a quién se lo propusiera, de hecho, tenía el corazón más grande de toda la comarca, daba todo lo que podía dar, y recibía lo poco que le daban con un gran agradecimiento. Pero tenía un defecto, era demasiado confiada, regalaba su corazón al primero que la hiciera sentirse especial, pero él se lo llevaba corriendo, lo tiraba al suelo, y lo rompía en mil pedacitos pequeñísimos.
Ella ha aprendido a juntarlos, para que aparezca otro chico, y que haga que ese tiempo que ella había utilizado para juntar esos pedazos de su vida, no hubiese servido.
Ella se lamenta, se repite mentalmente que nunca volverá a pasar, que sabe lo que se hace, pero realmente no lo sabe, está confusa y cometerá errores, dicen que de los errores se aprende, eso espera.

No hay comentarios:
Publicar un comentario