miércoles, 5 de febrero de 2014

La buena letra.

Llamaré a tu puerta una vez más, esta vez ábreme, por favor, traigo bombones, esos que te gustan tanto y esa esperanza que aún no me ha abandonado. La intención de que las cosas salgan bien, los pies de plomo, la buena letra.
En algún lugar escuché que la persona que nos salve será la misma que se ahogue con nosotros. Creo que se refiere a que la persona a la que amamos nos consume, y de alguna forma eso es bonito, muy bonito.
Toma nota. No sé si esto se trata de amor, ni siquiera sé lo que es, pero sobre todas las cosas de este universo necesito que tengas presente que eres la única persona a la que me gustaría darle la mano y que me cogiera el brazo.

Que yo te quería como aquel gorrión que volvía a su rama, me encantabas como a ti los helados de chocolate. Como todas esas veces que uno no sabe hasta donde puede llegar, hasta cuando va a estar ahí esa adicción a tu boca. Como esos domingos en tu cama, o en la mía. Como todos tus lunares y mis caricias. Como ese 'No puedo más, pero lo voy a seguir intentando porque es todo lo que tengo. Por si al final vale la pena todo el esfuerzo.'

Pies de plomo, en esta caída libre.

'He cogido al tiempo por el cuello, le he pegado una paliza y le exigí volver a vernos. Fugaces pero eternos'

Quiero, o es decir, necesito que sepas, que estar enamorada de ti es uno de los mayores infortunios que he conocido en lo que llevo de vida. Como un náufrago que permanece a la deriva sin saber que se acerca esa enorme tormenta. Como ese tópico de decir que esto parece una montaña rusa, con sus idas y sus venidas, con los altibajos, con los gritos de emoción. Como estar feliz sin ti y darse cuenta de que una vez más has vuelto a aparecer. 

'No prometo besarte todos los días, pero sí besar cada uno de tus lunares' 

Tengo miedo, a que el pasado vuelva a apoderarse de nosotros otra vez. A verme obligada a concienciar a esta cabeza loca de que tiene que olvidar que tuyas eran las únicas manos que recorrían cada milímetro de mi cuerpo una vez más. ¿Cómo puedo decirle a estas piernas que no vas a volver?. ¿Cómo decirle al verano que se acerca una enorme tormenta? No puedes. Pero tampoco puedes evitar lo inevitable, no puedes evitar que sonría al verte, ni puedes evitar la lluvia en invierno, ni que las hojas de los árboles caigan en otoño.

'Nací sin saber hablar, y no quiero morir sin saber decir "paso de ti" y otras veces no te quito de mis pensamientos'

Y si todo esto vuelve a funcionar, puede que no quiera quitarte de mis pensamientos, ni separarme de ti. De hecho, me gustaría eso de que vinieras, a formar parte de mi vida. De mi. A que me rompieras los esquemas, las rutinas impuestas, a que pasaras a ser parte de ellos. Parte de mi. Podría acostumbrarme a las tardes de sábado en tu casa, a tus besos. Otra vez. A los besos de buenas noches y a eso que dicen de las noches de buenos besos. A las mariposas en el estómago. 

'Ya me se la caída de memoria, dime que vas a estar abajo cuando caiga'

Dime que si sale mal, como todas las otras veces, vas a seguir ahí, para decirme que no pasa nada, para decirme que todo va a volver a estar bien, como siempre. Que vas a volver en unos meses, como siempre, porque tú siempre vuelves. 

'Tengo besos a mitad, por si vuelves'

Siempre tuya.